¿Qué es la seguridad en la nube? Componentes, riesgo y tips para manejarlo
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La seguridad en la nube se refiere a un conjunto de políticas, controles y tecnologías diseñadas para proteger los datos, aplicaciones y servicios almacenados en entornos de computación en la nube. Para pymes y startups, aprovechar la nube ofrece ventajas como el almacenamiento eficiente y la optimización de procesos, pero también implica nuevos desafíos relacionados con la protección de información sensible frente a ciberamenazas.
En este artículo, te explicaremos qué es la seguridad en la nube, por qué es importante y cómo puedes implementar las mejores prácticas para proteger los datos de tu empresa de manera efectiva.
¿Qué es la seguridad en la nube o Cloud Security?
La seguridad en la nube, o cloud security en inglés, es una disciplina dentro de la ciberseguridad que se enfoca en proteger los datos, aplicaciones y sistemas alojados en la nube. Su objetivo principal es mantener la privacidad de los datos de las empresas y sus clientes mientras se asegura que sus operaciones en la nube sean seguros y eficientes.
El objetivo de los sistemas de seguridad de la nube es proteger el software (datos confidenciales alojados en el servidor, programas, aplicaciones utilizadas, etc) y el hardware (ordenadores, dispositivos móviles, enrutadores, cableado eléctrico y discos duros).
Esto se lleva a cabo a través de protocolos de seguridad ejecutados por parte de empresas o proveedores de servicios en la nube, que se encargan de almacenar datos en servidores y de mantenerlos seguros. Los proveedores de la nube utilizan un sistema de vigilancia constante para responder adecuadamente a las vulnerabilidades que puedan poner en riesgo la protección de la información.
Sin embargo, la seguridad en la nube no depende únicamente de los proveedores. Es importante conocer que existe un concepto de responsabilidad compartida en el que la seguridad se divide entre el proveedor y el usuario.
El proveedor es responsable de garantizar la seguridad física de los datos y la infraestructura de la nube, mientras que el usuario es responsable de garantizar la seguridad de sus propios datos y de las aplicaciones que utiliza. Este concepto es importante porque permite a las empresas y usuarios comprender sus responsabilidades y tomar medidas para proteger sus datos y sistemas en la nube.
¿Cómo entender mejor la definición de seguridad en la nube? Ejemplo
Para explicar este concepto de manera sencilla, imagina que la seguridad en la nube es como hacer una pizza. El proveedor de la nube es responsable de los ingredientes básicos (masa, salsa, queso, etc.), es decir, la infraestructura y la protección de los servidores. El usuario, por su parte, debe encargarse de cocinarla correctamente (proteger los datos y las aplicaciones). Si uno de los dos no cumple su rol, la seguridad de la nube se ve comprometida.
Aunque los proveedores de la nube tienen la responsabilidad de asegurar la infraestructura y los servidores, la seguridad en la nube es un esfuerzo compartido. El usuario también tiene un papel fundamental en proteger sus datos y las aplicaciones que utiliza. Este modelo de responsabilidad compartida es crucial para entender cómo se gestionan los riesgos de seguridad en la nube.
¿Por qué es importante la seguridad en la nube?
En la actualidad, la mayoría de los datos e información de las startups y pymes se encuentran alojados en servidores de Internet, ya que esto facilita el uso de dichos datos para realizar operaciones cotidianas. Ante esto, resulta fundamental mantener dicha información protegida de terceros que intentan acceder a ella, constituyendo así una amenaza o riesgo para la organización.
Además, la adopción de la nube trae beneficios como ahorro de costos, escalabilidad y acceso remoto a la información, pero también incrementa las vulnerabilidades si no se implementan prácticas de seguridad adecuadas. Una brecha de seguridad puede derivar en:
- Pérdida de datos críticos.
- Interrupciones operativas.
- Daño a la reputación de la empresa.
En caso de no contar con proveedores que puedan garantizarnos soluciones de seguridad para la nube, es posible que ciberatacantes aprovechen puntos débiles para acceder a información sensible sin previa autorización. Esto afectaría el funcionamiento de las organizaciones de forma negativa, ya que dejaría sus datos en manos de terceros que no tienen buenas intenciones.
Principales componentes de la seguridad en la nube
Para garantizar la protección de los datos en la nube, es fundamental comprender los componentes clave que conforman una infraestructura segura en la nube:
Front End
Se refiere al diseño de la página web, es decir, la combinación de colores, el fondo, las animaciones, fuentes de letras, imágenes, videos y todos esos elementos con los cuales el usuario interactúa de forma directa. Esta parte de la página es básicamente un código (HTLM, CSS, Javascript) que es ejecutado en el navegador del usuario.
Back end
Por otro lado, el back end es lo que hace que la página web funcione como tal y se encuentra oculto para los usuarios, es decir, no pueden interactuar de forma directa con este componente. En este sentido, el back end es responsable de la experiencia que tendrá el usuario de acuerdo al funcionamiento o ejecución de la página o aplicación.
Red
En este caso, cuando hablamos de una red nos referimos al hardware necesario (computadoras, routers, cableado) necesario para crear la red de la nube y para que los usuarios tengan acceso a ella, a través de Internet o de una red interna o intranet.
Gestión de Identidades (IAM)
Este término hace referencia a los accesos, autenticaciones y autorizaciones que tienen las cuentas de los usuarios registrados en los sistemas informáticos. El hecho de tener un control adecuado de los accesos de usuarios verificados como de aquellos que no lo están, es uno de los pilares fundamentales para mantener los datos confidenciales seguros en las empresas que tienen sus recursos en la nube.
¿Cómo funciona la seguridad en la nube?
La seguridad en la nube funciona mediante una combinación de tecnologías avanzadas y políticas de gestión que protegen tanto la infraestructura de la nube como los datos y las aplicaciones de los usuarios. A través de un modelo de responsabilidad compartida entre el proveedor y el cliente, y con el uso de prácticas como el cifrado, gestión de accesos y protección física de los centros de datos, se garantiza la seguridad y privacidad de los recursos en la nube. A continuación te desglosamos más su funcionamiento:
Responsabilidad compartida (como te explicamos en el ejemplo de la pizza)
- Proveedor de la nube: Protege la infraestructura física, servidores y redes, e implementa tecnologías como firewalls y cifrado.
- Cliente: Asegura sus aplicaciones, el acceso de los usuarios y los datos, gestionando contraseñas, accesos y cifrado.
Protocolos de seguridad:
- Cifrado: Protege datos en tránsito y reposo.
- Autenticación multifactor (MFA) y gestión de accesos (IAM): Aseguran que solo los usuarios autorizados accedan a la información.
- Seguridad física: Los centros de datos están protegidos con control de acceso, redundancia geográfica y sistemas ante desastres naturales.
Tipos de servicios en la nube
Estos servicios son ofrecidos por proveedores externos para construir el entorno de la nube.
Infraestructura como servicio (IaaS)
El IaaS (en inglés infrastructure as a service) le proporciona a los clientes equipos y plataformas que sirven para disminuir tanto la complejidad como los costes relacionados con la construcción y mantenimiento de la infraestructura que implica un centro de datos.
Además, el cliente es el encargado de administrar el acceso de los usuarios, dispositivos y las redes a utilizar. Como ejemplos de este servicio tenemos: Google Compute Engine (GCE), Microsoft Azure y Amazon Web Services (AWS).
Plataforma como servicio (PaaS)
Con respecto al PaaS (platform as a service), se trata de una gran variedad de recursos que sirven para el desarrollo de aplicaciones que se basan en la nube. Entre los cuales están: los servidores, redes, medios de almacenamiento, herramientas de desarrollo (también llamado middleware) y sistemas de administración para bases de datos.
Dichos recursos se obtienen a través de un proveedor de servicios en la nube, utilizando una conexión estable y segura a Internet. Como ejemplo de este tipo de servicios tenemos a Windows Azure y Google App Engine.
Software como servicio (SaaS)
El software como servicio (software as a service) sirve para que los usuarios puedan utilizar aplicaciones o herramientas basadas en la nube, como por ejemplo Google Drive, Slack y la versión online de Microsoft Office.
Su funcionamiento es sencillo, ya que al adquirirlo de un proveedor de servicios en la nube para tu organización o pyme, cada usuario puede conectarse a través de Internet y utilizar todas las aplicaciones que estén incluídas en el paquete de servicios adquirido. En este caso, la infraestructura, el software y el middleware se encuentran en el centro de datos del proveedor contratado, el cual debe garantizar la seguridad de los datos utilizados y el correcto funcionamiento de las aplicaciones.
Modelos de servicios de entornos de la nube
Actualmente se describen cuatro tipos específicos de ambientes o entornos de la nube.
Entornos de nube públicas
En este tipo de entorno, el cliente debe compartir los servidores de un mismo proveedor de servicios con otros clientes. Es similar a tener en un edificio corporativo, muchas oficinas ocupadas por empleados de organizaciones diferentes.
Entornos de nube privadas
Como su nombre lo indica, el entorno de nubes privadas consiste en que un cliente tiene una nube propia que no va a ser compartida con otros usuarios. En este caso, la infraestructura va dedicada a una sola organización, por tanto los datos son almacenados en un hardware exclusivo.
Entornos de nube híbrida
Este caso corresponde a aquellas aplicaciones que son ejecutadas en combinaciones de entornos distintos. Una de las combinaciones más comunes es donde son utilizadas las nubes públicas y privadas en el mismo entorno, el cual también es considerado como un entorno multinube.
Entornos de múltiples nubes
En el entorno de múltiples nubes o multinube se utilizan dos o más proveedores de servicios en la nube independientes, para distribuir las cargas de trabajo. En este caso se pueden combinar servicios de nube públicas y privadas.
Beneficios de la seguridad en la nube
Hay muchos beneficios detrás del uso de seguridad en la nube; sin embargo, los más destacados son:
Reducción de costos
Al delegar la seguridad a proveedores especializados, las empresas pueden reducir costos en infraestructura y mantenimiento de seguridad física, sin sacrificar calidad en la protección de datos.
Monitoreo continuo
La nube ofrece monitoreo constante de la infraestructura, permitiendo detectar amenazas en tiempo real y responder rápidamente a incidentes de seguridad.
Cumplimiento de normativas
Muchos proveedores de la nube cumplen con regulaciones internacionales de seguridad, lo que facilita a las empresas adherirse a los requisitos de cumplimiento sin complejidades adicionales.
Actualizaciones automáticas y gestión de parcheo
Los proveedores se encargan de las actualizaciones de seguridad, garantizando que los sistemas estén siempre protegidos contra las últimas amenazas sin necesidad de intervención manual.
Escalabilidad y flexibilidad
La seguridad en la nube permite adaptar los recursos de seguridad según las necesidades de la empresa, ofreciendo la flexibilidad de escalar la protección a medida que crecen las demandas de almacenamiento y procesamiento de datos.
¿Cuáles son las amenazas o riesgos para la seguridad en la nube?
Así como cada día aumenta el número de pymes que utilizan la nube como herramienta fundamental para su funcionamiento, también se ha observado un incremento en las amenazas que ponen en peligro la seguridad de la nube. A continuación te mostraremos cuáles son las más comunes y cómo funcionan.
Malware
El término de malware (también llamado software malicioso) es utilizado para todos aquellos programas que representan una amenaza para el funcionamiento de los sistemas y equipos.
Estos programas tienen la finalidad de invadir los dispositivos para alterar sus funciones, cifrar información confidencial, eliminar datos, espiar la actividad de los usuarios e incluso tomar el control de algunas funciones sin autorización.
Si bien es cierto que el malware no tiene la capacidad de dañar el hardware, es utilizado ampliamente para irrumpir en dispositivos, redes y sistemas informáticos a cambio de obtener información que pueda ser de utilidad para los ciberatacantes.
Ransomware
El ransomware o malware de rescate es un tipo de software malintencionado que bloquea el acceso del usuario a su sistema o carpetas de datos y archivos personales. Generalmente, para recuperar el acceso, el usuario debe pagar la suma de dinero que exige la persona que está detrás de este ciberataque.
En la actualidad, dicho pago debe ser realizado a través de tarjetas de crédito, efectivo o utilizando criptomonedas, siendo este último método de pago el más común.
Por otro lado, para que un ransomware infecte un dispositivo, el usuario debe abrir algún enlace malicioso, los cuales son enviados por correo electrónico y suelen ir directamente a la bandeja de spam.
Phishing
El phishing es una forma de engañar al usuario para que comparta datos personales e información sensible como por ejemplo: contraseñas secretas, números de tarjetas de crédito, números de teléfono, usuarios, números de cuenta de banco, entre otros.
En este caso, la forma más común para lograr que las personas revelen este tipo de información, es enviando un correo electrónico que suplanta la identidad de organizaciones verificadas (bancos, comercios, oficinas del gobierno). Al obtener estos datos, los ciberdelincuentes pueden obtener dinero de las cuentas de los usuarios e incluso vender dicha información por un precio alto.
En dicho correo, le solicitan al usuario que ingrese en un link malicioso para realizar alguna operación como por ejemplo, iniciar sesión para actualizar datos. La idea es que el correo se parezca lo más posible al que enviaría la organización real, por lo cual utilizan fotos o encabezados similares. Sin embargo, al observar el link es posible notar ciertas diferencias con el sitio web oficial.
Además, debes recordar que ninguna organización te pedirá que compartas datos personales por correo electrónico ni mucho menos a través de links de dudosa procedencia.
Ataques DDos
Por su parte, los ataques de denegación de servicios (distributed denial of service) ocurren cuando los ciberatacantes utilizan múltiples dispositivos conectados a Internet de forma simultánea (llamados ejércitos de bots o botnets) para colapsar una página web o servidor.
El objetivo de este ciberataque es enviar una gran cantidad de solicitudes o datos a un servidor para aumentar el tráfico de peticiones de acceso hasta que se supera la capacidad del mismo de responder a dichas solicitudes. El resultado del incremento del flujo de datos es que el servidor deje de responder, es decir, que los usuarios ya no podrán tener acceso sino hasta que se logre bloquear dicho ataque.
Vulnerabilidades de la red
Cuando hablamos de vulnerabilidades en la red nos referimos a aquellos puntos débiles que están presentes en ella y constituyen problemas de seguridad o brechas, que podrían ser aprovechadas por ciberdelincuentes para obtener información confidencial sin autorización.
Dichos puntos vulnerables pueden ser puertos, hosts, sistemas desactualizados, deficiencias en la gestión de autenticación de credenciales, e incluso políticas de seguridad que no se adapten correctamente a las necesidades de la organización. Para minimizar, corregir y controlar este tipo de brechas en la ciberseguridad, lo ideal es llevar a cabo un análisis de vulnerabilidades de forma periódica.
Deficiencias en el manejo de identidades y permisos
El mal manejo de identidades y permisos ha resultado en brechas multimillonarias para empresas grandes en la nube. El hecho de reciclar claves de acceso, falta de MFA, tener usuarios con permisos innecesarios, con permisos demasiado laxos o públicamente accesibles cuando deberían ser privados permite que los datos confidenciales estén mucho más expuestos, lo cual atenta directamente con la seguridad de dichos datos en la nube.
Cómo mejorar la seguridad en la nube: 7 mejores prácticas
Implementar buenas prácticas de seguridad es crucial para proteger la información confidencial y el funcionamiento de la organización. A continuación, te presentamos 7 prácticas esenciales que debes aplicar para fortalecer la seguridad en la nube.
1. Restringir el acceso a los usuarios
Uno de los mayores puntos débiles en la seguridad de la nube son los permisos excesivos otorgados a usuarios. Implementa un sistema de gestión de identidades y accesos (IAM) para:
- Asignar permisos solo a los usuarios que realmente los necesitan (principio de mínimos privilegios).
- Monitorear y registrar quién accede a los archivos sensibles.
- Usar autenticación multifactor (MFA) para añadir una capa extra de seguridad.
2. Proteger los datos con cifrado
Otro aspecto importante cuando hablamos de soluciones de seguridad en la nube es el hecho de mantener la información y datos importantes a salvo de amenazas externas, para ello asegúrate de:
- Utilizar cifrado de extremo a extremo para proteger archivos sensibles.
- Almacenar claves de cifrado en entornos seguros, no en la misma nube.
- Cifrar unidades físicas (como USBs cifradas) en caso de copias locales.
Todo esto ayuda a mantener los datos seguros, evitando que ciberdelincuentes puedan acceder a ellos.
3. Mantener el software actualizado
Cada cierto tiempo los desarrolladores de software lanzan un parche o actualización que sirve para mejorar la seguridad de los programas y corregir vulnerabilidades. En este sentido, el hecho de contar con las actualizaciones más recientes, ayuda a mejorar la ciberseguridad del sistema.
Implementa:
- Actualizaciones automáticas en todas las aplicaciones y sistemas utilizados.
- Monitoreo constante para identificar software obsoleto.
De esta forma disminuyen las probabilidades de sufrir un ciberataque que ponga en riesgo la información almacenada en la nube de nuestra startup o pyme.
Dato clave: El 62% de los ciberataques aprovechan vulnerabilidades en sistemas no actualizados (Verizon Data Breach Report).
4. Evitar los archivos y links maliciosos
Como se mencionó anteriormente, tanto los links maliciosos como los archivos de dudosa procedencia constituyen la manera más común en que un software malicioso infecte un dispositivo, sistema o red con malware.
Para evitarlo, capacita a tus empleados para que sepan identificar este tipo de amenazas y se lo piensen dos veces antes de caer en este tipo de engaños en la web. Sobre todo para que sepan:
- Identificar correos phishing y archivos sospechosos.
- Usar herramientas de seguridad endpoint para detectar amenazas.
5. Cumplir con las leyes de seguridad en la nube
El cumplimiento de estándares y normativas de seguridad no solo protege la información, sino que también genera confianza con tus clientes. Evalúa qué regulaciones aplican a tu empresa, como:
- ISO 27001: Gestión de seguridad de la información.
- GDPR (protección de datos en Europa) o LGPD en Latinoamérica.
Usar plataformas que automatizan el cumplimiento puede facilitar esta tarea, te recomendamos Apolo.
6. Implementar monitoreo y auditorías constantes
El monitoreo continuo de la nube permite identificar actividades sospechosas y posibles brechas de seguridad a tiempo. Asegúrate de:
- Implementar sistemas de detección y respuesta (SIEM).
- Realizar auditorías periódicas en la infraestructura cloud.
7. Apoyarte de expertos en ciberseguridad en la nube
En Latinoamérica, es frecuente encontrar las startups o pymes que no poseen los recursos necesarios para contratar expertos en seguridad de dedicación exclusiva. También es común que al tratarse de organizaciones pequeñas, no sea necesario contar con un equipo de ciberseguridad las 24 horas del día. En este sentido, resulta de mayor conveniencia optar por productos o servicios externos que se encarguen de velar por la ciberseguridad de dichas empresas.
En Delta Protect contamos con la plataforma Apolo que se encarga de simplificar y automatizar la ciberseguridad de la nube. Además, sirve para mantener al día a las pymes y startups con las certificaciones y normas de seguridad.
Por otro lado, contamos con un equipo de Hackers Éticos especializados en pruebas de penetración o pentesting, que sirve para detectar vulnerabilidades en los sistemas y aplicaciones. Para determinar los puntos débiles, nuestros hackers certificados realizan ataques repetidos en tiempo real.
Además, nos encargamos de realizar pruebas en la nube, donde se encuentra el código de seguridad, para garantizar que el sistema cuente con la seguridad adecuada para evitar posibles ataques externos.
Si quieres detectar y corregir vulnerabilidades en la nube para resguardar los datos de tu empresa, agenda una demo de Apolo con nuestros expertos.