Ciberseguridad y Cumplimiento Simplificado para Startups y PYMEs en México y LATAM 🔐
Hoy en día cualquier empresa es vulnerable ante riesgos que podrían afectar de forma negativa sus procesos de producción o el cumplimiento de las metas planteadas a lo largo del año. Es por ello que el desarrollo de una gestión de riesgos que permita minimizar este tipo de amenazas, a través de la aplicación de planes efectivos, se ha vuelto una necesidad constante.
Por esta razón, a continuación te explicaremos en qué consiste la gestión de riesgos y cómo puede ser optimizada ¡Empecemos!
La gestión de riesgos o risk management es un proceso que permite identificar los riesgos potenciales o vulnerabilidades que podrían afectar a una empresa o proyecto y planificar las acciones que se tomarán para tratarlos.
En el ámbito empresarial se desarrollan múltiples procesos para mantener la productividad. Sin embargo, en cada uno de dichos procesos pueden existir brechas de seguridad o puntos vulnerables que podrían afectar negativamente el funcionamiento de la empresa, lo cual representa un riesgo. A continuación te mostraremos cuáles son los riesgos más comunes:
El correcto análisis de riesgos permitirá elaborar un plan adecuado para la mitigación de dichas amenazas.
La norma ISO 31000 es un referente internacional que ofrece una guía para que las empresas adopten sistemas de gestión de riesgos que les permitan alcanzar sus objetivos de la forma más eficiente posible. Su aplicación ayuda a disminuir los riesgos empresariales.
Dicha norma fue publicada en el año 2009 por la Organización Internacional de Normalización (ISO) y posteriormente en 2018, fue actualizada para reforzar el liderazgo de la alta dirección dentro del sistema de gestión de riesgos. De esta forma, se aplica un enfoque que va desde el nivel de gobierno hasta el de gestión.
Además, la norma ISO 31000 puede ser empleada por cualquier organización, independientemente de su sector de trabajo, ya que cuenta con estrategias sobre toma de decisiones, procedimientos para análisis y mitigación de riesgos que pueden ser aplicadas en cualquier escenario laboral.
Una vez que se identifica un riesgo, las empresas tienen una serie de opciones de respuesta:
En este caso, el objetivo es detener procesos o actividades que podrían significar un riesgo para la empresa. Un ejemplo puede ser no llevar a cabo ciertas inversiones de capital, o detener la producción de un producto en particular para evitar pérdidas.
Este tipo de respuesta se enfoca en disminuir el impacto que pueden tener los riesgos. Es decir, no se busca eliminar el riesgo en sí sino evitar que sus consecuencias sean mucho mayores.
Ocurre cuando la empresa transfiere la responsabilidad de los riesgos a otra organización, como por ejemplo a una compañía de seguros. De esta forma se tiene garantía de que los daños que sufra la compañía serán cubiertos por terceros.
Luego de haber llevado a cabo todas las respuestas ante riesgos empresariales, es normal que sigan existiendo ciertos riesgos (también llamados riesgos residuales), ya que no es posible solventarlos todos.
Al compartir los riesgos, la posibilidad de que ocurran pérdidas pasa de lo individual a lo colectivo. Esto se observa en corporaciones en las que un grupo de inversionistas une su capital y así cada uno sólo asume una parte del riesgo de la inversión realizada.
La gestión de riesgos es un proceso que se compone de seis pasos:
La identificación de riesgos se basa en el reconocimiento y evaluación de riesgos o amenazas que puedan comprometer el funcionamiento de la empresa u organización. Un ejemplo de ello es la identificación de amenazas en la ciberseguridad que puedan exponer información sensible de la organización.
El análisis del riesgo implica conocer la probabilidad de que ocurra un evento que represente una amenaza y cuáles serán las consecuencias futuras en caso que esa amenaza se materialice.
Para valorar un riesgo y conocer su magnitud, es necesario realizar análisis periódicamente. De esta manera se podrán conocer con exactitud los riesgos que deben ser evitados de forma inmediata y cuáles pueden esperar un tiempo.
Lo ideal es asignar un responsable antes de que se produzca el riesgo o amenaza: de esta forma los miembros del equipo asignado estarán preparados para tomar las decisiones correctas y ejecutar un plan para la mitigación y gestión del riesgo, en el caso de que este se haga real.
Los riesgos deben ser vigilados a lo largo del ciclo de vida de los proyectos, para garantizar el éxito a la hora de aplicar un plan de contingencia. O para saber si dicho riesgo puede convertirse en una amenaza más grave con el tiempo.
En caso de que alguno de los riesgos evaluados pasen a ser una realidad, se debe llevar a cabo una respuesta adecuada para cada tipo de riesgo. Si el escenario que se está desarrollando estaba contemplado previamente, entonces solo tendrás que ejecutar el plan de contingencia que se había creado en función a dicho escenario.
Existen algunas herramientas y recursos que pueden ayudar a las empresas a llevar a cabo una gestión de riesgos eficaz. Algunas de ellas son:
Esta metodología de gestión de los riesgos funciona para evaluar y priorizar las amenazas que puedan existir contra el funcionamiento de una organización, de manera que puedan ser abordadas en orden de importancia.
A través de esta herramienta se calcula la probabilidad de ocurrencia de un riesgo, y se le otorga más importancia a aquellos riesgos que van a ocurrir de forma casi inevitable. En el caso de los riesgos que son poco probables, se les adjudica una prioridad menor.
En este diagrama se incluyen todos los factores involucrados en los procesos productivos de una empresa: materiales, métodos, maquinaria utilizada, medio ambiente y recursos humanos. El objetivo es identificar todos los posibles factores de riesgo y causas de problemas, para así elaborar planes efectivos que nos ayuden a minimizarlos.
Las listas de chequeo son de gran importancia en la gestión de los riesgos, ya que sirven para identificar puntos clave y comprobar que los planes y procesos de mitigación de riesgos se cumplan al pie de la letra, sin pasar por alto ningún paso.
En la gestión de riesgos empresariales es de gran ayuda contar con programas avanzados que permitan elaborar mapas de procesos y matrices automatizadas para analizar los posibles riesgos de una forma mucho más exacta.
En este sentido, Delta Protect cuenta con la plataforma Apolo. Desde esta herramienta puedes simplificar y automatizar la ciberseguridad de tu empresa para disminuir, e incluso eliminar, las posibles amenazas en cuanto a la seguridad informática.
Una gestión integral de riesgos permite anticiparse a los acontecimientos y crear estrategias o planes de contingencia que mitiguen las posibles consecuencias de esos riesgos identificados.
Además, gracias a la gestión de riesgos los equipos de trabajo estarán preparados y tendrán una actitud proactiva. Con la elaboración de planes de contingencia efectivos, los riesgos podrán ser evaluados y controlados para evitar que se propaguen, generando pérdidas para la organización.
Sin duda alguna, el hecho de mantener buenas prácticas en cuanto a la gestión y análisis de riesgos permite a las empresas gozar de ciertos beneficios que contribuyen a su productividad, entre otras ventajas que mencionamos a continuación:
En Delta Protect simplificamos la ciberseguridad y el cumplimiento de tu empresa. Si quieres saber más sobre cómo podemos ayudarte a gestionar los riesgos de seguridad de la información de tu empresa, contacta a nuestros expertos.