Ciberseguridad y Cumplimiento Simplificado para Startups y PYMEs en México y LATAM 🔐
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Una empresa que ofrece servicios de tecnología de la información no puede tardar mucho tiempo en resolver un problema o imprevisto que interrumpe sus operaciones. Debe ser capaz de dar una pronta respuesta a los clientes y minimizar los daños. Por ello queremos explicarte cuáles son los 5 pasos que te ayudarán a tener una mejor gestión de incidencias.
La gestión de incidencias es un proceso por el cual se analizan y corrigen las interrupciones que ocurren en un proyecto, es decir, los imprevistos que surgen durante las operaciones normales de una organización.
A diferencia de la gestión de problemas que busca corregir la causa de origen de un peligro, el proceso de gestión de incidencias tiene como objetivo principal la pronta restauración de la normalidad en el servicio para minimizar el impacto negativo que pueda generar en las operaciones de un negocio.
Por ejemplo, un fallo en el software de facturación, una queja de un cliente o un defecto en un producto, son incidencias. Sin embargo, en este artículo nos enfocaremos en la gestión de incidencias (incident management) como un proceso ITIL enmarcado en la fase de operación del servicio.
La ITIL (Information Technology Infrastructure Library) es considerada una guía de mejores prácticas de gestión de incidencias que sirve de referencia en la Gestión de Servicios de IT (ITSM). Se creó en los años 80 por el Central Computer and Telecommunications Agency (CTTA) y luego fue respaldado por la Oficina de Comercio Gubernamental (OGC) del Reino Unido.
Con la ITIL se busca prevenir o restaurar, en el menor tiempo posible, cualquier interrupción no planificada que pueda afectar la calidad del servicio, minimizar el impacto en las operaciones y establecer soluciones permanentes que ayuden a optimizar el tiempo de respuesta.
La falta de identificación de las vulnerabilidades hace más propensa a una empresa a sufrir ciberataques que afecten su flujo de trabajo, el servicio que se ofrece al cliente e, incluso, interrumpa por tiempo prolongado las actividades. Si a esto se le suma una mala gestión de incidencias, puede llegar a generar pérdidas económicas, de datos y vulneración de la privacidad de los clientes.
Para una correcta gestión de incidencias, la ITIL señala que se deben cumplir el siguiente proceso:
En Delta Protect recomendamos trabajar con cada actividad detallada de la ITIL para una gestión eficaz, sin embargo, para simplificar su premisa, decidimos resumir en 5 pasos:
Registra los datos relacionados con el incidente: identificación del usuario, hora del incidente, fecha, descripción del incidente, quién lo gestiona y cualquier otra información que sea necesario incluir en la base de datos para que, una vez encontrada la causa y solventada, no vuelva a ocurrir.
Define cuál fue el tipo de incidente (de software, hardware, de seguridad o red). Esto facilitará la asignación a los equipos adecuados. En esta fase el equipo debe estar claro de cuáles son las palabras clave que permitirán organizar de manera correcta las incidencias.
Define el nivel de prioridad con base en tres premisas: el impacto que tiene en el negocio, si la resolución del problema se puede postergar o es urgente y qué tan rápido debe actuar el equipo técnico con respecto a otros incidentes que hay que atender para que no genere graves consecuencias a largo plazo.
Una vez identificado, registrado, categorizado y priorizado el incidente, el soporte técnico evaluará el caso, hará un diagnóstico y ejecutará la solución indicada para el restablecimiento del servicio.
Una vez confirmado que la resolución funcionó correctamente, puedes dar por cerrado el incidente. En esta etapa es importante que incluyas toda la información sobre los pasos cumplidos para que sea posible usarla en futuras consultas.
Una empresa no solo debe estar preparada para saber gestionar incidencias, también debe tener un plan de recuperación de desastres o DRP que permita contar con la ciberseguridad necesaria y restablecer los servicios de tecnología de la información (TI) después de un incidente inesperado.
Cumplir de forma adecuada y completa con el proceso de gestión de incidencias le dará a tu empresa los siguientes beneficios:
La gestión de incidencias requiere de un equipo dedicado, preparado y responsable que sepa abordar los casos que se presentan. En el proceso es importante que los usuarios tengan un único punto de contacto para informar lo que ocurre. Usar un software de gestión facilita la automatización de ciertas tareas y es una buena opción para los equipos de help desk y service desk.
En Delta Protect te ayudamos a unificar la seguridad de información de empresas y proyectos junto a nuestros expertos, automatizando procesos por medio de nuestro servicio Apolo. ¡Conoce más sobre cómo podemos ayudarte aquí!