Internet of Things
Definición de Internet of Things (IoT)
Se denomina Internet of Things (IoT) o Internet de las cosas al conjunto de dispositivos, máquinas y objetos físicos que disponen de sensores, capacidad de procesamiento, software y otras tecnologías que les facilitan la conexión e intercambio de datos con otros dispositivos y sistemas a través de Internet u otras redes de comunicación.
A pesar de su nombre, los dispositivos IoT no necesariamente deben estar conectados a Internet, simplemente pueden estar conectados entre sí a través de Bluetooth u otros medios de comunicación.
En el mercado de consumo, el IoT es sinónimo de los productos «inteligentes» para el hogar, como dispositivos y electrodomésticos (iluminación, termostatos, sistemas de seguridad, cámaras u otros) que soportan uno o más ecosistemas comunes.
¿Cómo funciona el IoT?
El IoT funciona mediante la combinación de cuatro componentes principales: los dispositivos, la red, la nube y las aplicaciones.
- Los dispositivos son los objetos físicos que tienen sensores que les permiten recoger datos sobre el ambiente y/o modificar el entorno.
- La red es el medio que conecta los dispositivos entre sí con la nube. Puede ser una red cableada o inalámbrica, pública o privada, local o global.
- La nube es el conjunto de servidores, bases de datos y plataformas que almacenan, procesan y analizan los datos generados por los dispositivos.
- Las aplicaciones son los programas que utilizan los dispositivos IoT para proporcionar funcionalidades y valor a los usuarios finales.
Oportunidades que presenta el IoT
El Internet de las cosas ofrece nuevas posibilidades tecnológicas que antes no eran posibles. A través de la conexión de todos los dispositivos de la red se pueden crear nuevas oportunidades tales como:
- Los vehículos autónomos, que pueden utilizar el IoT para comunicarse entre sí y con la infraestructura, y para navegar de forma segura y eficiente por las carreteras.
- La agricultura de precisión, que puede usar tecnología para monitorizar y manejar las condiciones del suelo, el clima y las plagas, para así optimizar el uso de los recursos y el rendimiento de la producción.
- La salud digital, que puede utilizar el IoT para monitorizar y mejorar la salud y el bienestar de las personas, mediante dispositivos portátiles, implantes, sensores ambientales y aplicaciones móviles.
Desafíos del IoT
Como cualquier avance tecnológico, el IoT también cuenta con ciertos desafíos producto de la interconectividad de los dispositivos. Los desafíos más esenciales por resolver son:
- Preocupaciones de seguridad y privacidad: proteger la vasta red de dispositivos conectados y garantizar la privacidad de los datos recopilados sigue siendo un desafío importante.
- Escalabilidad e infraestructura: gestionar y procesar la enorme cantidad de datos generados por los dispositivos de IoT requiere una infraestructura sólida y soluciones escalables.
- Consideraciones éticas: la adopción generalizada de IoT plantea cuestiones éticas con respecto a la propiedad de los datos, el sesgo algorítmico y el potencial de uso indebido de los datos recopilados.